

El Retorno del hijo pródigo, Rembrandt
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Autor: | Rembrandt |
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Título original: | Terugkeer van de Verloren Zoon |
Título inglés: | The Return of the Prodigal Son |
Tipo: | Cuadro |
Técnica: | Óleo |
Soporte: | Lienzo |
Año: | 1963-65 |
Género: | Pintura religiosa |
Tema: | Pasaje bíblico |
Se encuentra en: | Museo del Hermitage, Rusia |

La obra "El Retorno del hijo pródigo" fue pintada entre los años 1963 y 1965 por el holandés Rembrandt, pintor y grabador, máximo exponente del estilo barroco.
Los elementos del cuadro no han sido dejados al azar, se han realizado estudios de cada detalle, expresiones de los rostros, posturas corporales, colores e iluminación, cada aspecto está minuciosamente pensado por el pintor, atendiendo a su propia Fe.
La escena representa la parábola del hijo pródigo, narrada en el capítulo 15 del Evangelio de San Lucas, concretamente, cuando el joven arrepentido y avergonzado regresa a la casa del padre, después de haberse gastado toda su hacienda. Al verlo a lo lejos, el padre corre a buscarlo con alegría, y el hijo se postra ante él. Para explicar el acontecimiento el padre grita a todos: "Este hijo mío estaba muerto y ha vuelto a la vida, estaba perdido y ha sido encontrado". Mientras, el hermano mayor junto con sus amigos, lo miran con desprecio.
Actualmente la obra se encuentra expuesta en la pinacoteca del Museo del Hermitage, San Petersburgo, Rusia.
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¿Por qué es famoso este cuadro?
El retorno del hijo pródigo, aunque pintado en los últimos años de vida de Rembrandt, la obra permaneció relativamente poco conocida hasta su ingreso en la colección del Museo del Hermitage en 1766, cuando fue adquirida por Catalina la Grande como parte de un lote de arte europeo que buscaba legitimar culturalmente a la corte rusa. En el siglo XIX, el Hermitage lo posicionó en salas destacadas, facilitando que viajeros, escritores y diplomáticos lo difundieran en crónicas y grabados. Durante el siglo XX, su prestigio se vio reforzado por su inclusión en publicaciones académicas que lo señalaban como una síntesis del estilo tardío de Rembrandt: pincelada suelta, composición contenida y profundo sentido espiritual. La difusión internacional se multiplicó con reproducciones fotográficas tras la Segunda Guerra Mundial, coincidiendo con un renovado interés en el arte neerlandés del Siglo de Oro. Su fama alcanzó un público aún más amplio gracias al libro El regreso del hijo pródigo (1992) del teólogo Henri Nouwen, que convirtió la imagen en un símbolo de perdón y reconciliación en contextos religiosos y educativos. Hoy, es una de las piezas más solicitadas en recorridos guiados del Hermitage y un referente habitual en conferencias, exposiciones temáticas y material audiovisual sobre Rembrandt.Conoce más cuadros famosos